Una historia perversa de amor dosificada en microalientos

martes, 3 de mayo de 2011

I WANT YOU 3


"bueno conejito, las telenovelas están llenas de mujeres enamoradas de hombres casados y al final el amor siempre triunfa" me dice Helga mientras moja pensativa un enorme trozo de bizcocho en una taza de chocolate. Helga es una enfermera talla XXL que ocupa el apartamento contiguo al mio y a quien acudo a llorar de vez en cuando pues ejerce el papel de una especie de espíritu protector en mis asuntos. Ahora empuja hacia mi otra taza llena con un dedo índice de grosor cercano al de mis muñecas, se lame el bigote embadurnado de líquido marrón y continua: "te contaré algo: la pequeña Guntha, la hija de la cuñada de mi hermano Herman, también tuvo un romance apasionado con un atractivo cuarenton y resultó que estaba casado y con media docena de cachorros, ¿que te parece conejito? Guntha siempre ha sido un poco zorra, para que vamos a negarlo, porque cuando tuvo su asunto con aquel tipo no tenía diecinueve años cumplidos perro sí una larga lista de aventuras, aún así le quedaba toda una vida por delante para encontrar su hombre y sin embargo la pequeña perra no paró hasta dar con la dirección real de aquel tipo y presentarse ante la esposa del hombre con tacones altos y vestida de putita para anunciarse como la amante de su marido...ah, cuanto dolor causo la joven Guntha con su actitud para al final quedarse a vestir santos porrque la mujer perdono a su marrido perro el hombre no perrdonó a Guntha su actitud y la echó de su vida con cajas destempladas... con eso no te quiero decir nada conejito, solo que a menudo la gente casada cuando tiene asuntos con otras personas no tienen ninguna intención de que la cosa vaya más allá de un simple ñaca-ñaca, ¿me comprendes conejito?"
"que me quieres decir, que me lo folle mientras pueda y luego, a correr"
"ha-ha-ha, tu lo has dicho, conejito. Ahora coje un trozo del maldito bizcocho o terrminare reventando yo sola"
sin embargo en determinadas circunstancias, a pesar de que uno tenga por seguro que lo que viene a continuación no va a ser más que una fuente de dolor, algo nos empuja a avanzar un poco más cada vez, del mismo modo que la lengua busca sin cesar la llaga en la boca y la aprieta porque, en ocasiones, parece que por mucho que nos duela no vamos a tener nunca suficiente
sonreí a Helga y terminé mi bizcocho sin decir nada porque lo que iba a hacer a continuación ya estaba ahí, paso por paso, en mi cabeza.

Dedicado a Argax, que tenía ganas de volver a ver a Helga en acción...

2 comentarios:

  1. eso de bueno conejito me ha llegado!
    besitos

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  2. OHHHHHH!!! Cuanto Plaserrrrrr!!!

    Qué bueno es ver que Helga está bien, que no ha cambiado, que sigue siendo la consejera brutal de extraviados. Qué pena que no sean atendidos sus consejos.

    Me has arrancado un sonrisón, y es que esta Helga se merece todo un relato para ella, de hecho, a veces, cuando escribo se cuela un poco en mis relatos, porque ella es omnisciente y quiere que contemos con ella.

    Un besazo.

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