Una historia perversa de amor dosificada en microalientos

martes, 21 de junio de 2011

I WANT YOU 9


El día estaba resultando especialmente sofocante, en parte por la meteorología circundante y sobre todo por el surfista pijo que en vez de atender a su negocio ha pasado plantado a mi lado buena parte de la mañana, en ese momento con una taza de plástico llena de zumo de naranja y un donut cubierto de chocolate en la otra, cloqueando: "por favor, agente, tiene usted que comer algo, es por el bien del país". Al fin se me han hinchado los cojones, le he agarrado por el pescuezo y he siseado:
- ...pero vamos a ver, el puto planeta está en peligro y tu como si nada te estás cargando la misión secreta con tus bollos atiborrados de grasas saturadas y tu jodido parloteo...¿no ves que cuando la raza humana se extinga gracias a ti nadie se va a acordar del jilipollas que mandó el establismen a tomar pol culo?
Cuando he aflojado la presa en su cuello ha alcanzado a interrogar en tono ahogado "¿"establismen"?"como si no supiera de qué le estaba hablando, pero en esto hemos escuchado un chirrido de neumáticos y pequeños gritos de pavor que nos han hecho volvernos olvidando lo que estábamos hablando. El terror vecinal y el colapso circulatorio se debían a la mismísima Helga, que en ese instante cruzaba la calle ataviada con algo a medio camino entre un traje de primera comunión y el vestidito de novia ligera de cascos que se calzaba la Madonna en sus videos like-a-virgin-ochenteros. Al verme ha practicado una caida de ojos realmente espeluznante con unas pestañas cargadas de rimmel densas cual pantanos de Louisiana, y ha dicho:
-¿Monsieuuuuur?
He mirado a derecha y  a izquierda consciente de que todo ser vivo en cincuenta metros a la redonda estaba pendiente de su anatomía envuelta en encajes voladores y le he susurrado:
- Creo que estamos llevando demasiado lejos el numerito de millonaria extravagente. Quizás sería conveniente  decantarse por disfraces más sencillos que  no llamen la atención, ¿qué me dices, Helga?
- ¿Quien se ha disfrazado? -ha respondido impertérrita-.
Algo no me ha gustado en su expresión, se me ha llenado el pecho de un frío glacial y he tenido que preguntar:
-...Helga...Helguita...todos tenemos claro de qué bando estamos en esto, ¿verdad?
No ha abandonado su mirada gélida al contestar:
- Yo no tengo ninguna duda. Y tu, ¿sabes cual es el tuyo?
En esto un taxi se ha detenido frente a la tienda y ha bajado ÉL con su aire encantadoramente informal de modelo de pasarela ( ...camiseta negra, pantalones de lino solo un poco ceñidos a su culo, su sonrisa, sobre todo su sonrisa... ), con lo cual he agarrado al surfista y he hecho como que me lo estaba comiendo allí mismo mientras le decía en voz baja "ya sabes..." Él ha demostrado su sentido patriótico diciendome  "...por el bien del planeta, ya" para acto seguido meterme la lengua hasta la campanilla. Este suceso ha levantado unas cálidas mariposas en mi estómago que casi me han hecho olvidar donde estaba y cual era el objeto de mi misión, hasta que he oido a Helga canturrear y las mariposas se han espantado.
- ¡JELOUUU, DANNNY!
- Caray, Helga, estás...impresionante -ha dicho a él con cierta vacilación en la voz- ¿entras?
- OH OUI, MONSIEURRR...
He tenido tiempo de ver como antes de entrar en la inmobiliaria él nos contemplaba al surfista y a mi con el relativo asombro del que ve dos personas del mismo sexo entregándose sin pudor y en plena calle a sus afectos. Después, lo que es peor, he podido ver la mirada que Helga me ha dedicado por encima del hombro mientras desaparecía detrás de el...una mirada en la que se podía apreciar que yo ya no era su conejito, que ella ya no era el arma secreta con la que podía contar...
...ahora éramos...
...joder, ¡éramos rivales!...
- No puedo creerlo -he jadeado liberándome del efecto-ventosa de la boca del surfista-.
- Yo tampoco. Es amor a primera vista, ¿verdad?
Le he contemplado confuso intentando discernir si hablaba de Helga y mi hombre o de él  conmigo mismo. Luego los dos nos hemos vuelto al unísono porque a un lado teníamos a la señora de las gafas de concha del otro día embutida en un vestido floreado y con una enorme pamela de paja en la cabeza. Nos ha contemplado unos segundos, ha dicho "je-je" y a continuación ha soltado:
- El Señor derramará una lluvia de fuego y azufre sobre la ciudad, y todo por culpa de depravados como ustedes. Que pasa, ¿que no tienen casa?
- Ahora que lo dice la señora, mi apartamento está encima de la tienda -ha cacareado Tommy como si ella hubiese dicho "teneis mi bendición hijos mios, id y fornicad hasta cansaros"- ¿te apetece subir un ratito?
La señora se ha ido para un lado barbotando "jesus-jesus" y yo me he ido para el otro, pensando que todo mi plan debía ser rediseñado.
Porque si Helga estaba detrás de mi hombre y había dejado de mirarme como a su conejito, yo ahí fuera solo estaba haciendo el jilipollas...

( la imagen, de Steve Walker, que se me cuela por todos lados estos días porque de veras que me encanta...)

martes, 14 de junio de 2011

INTERLUDIO (II): MY NAME IS HELGA


Que le vamos a hacer.
Como era de esperar, me lo estoy pasando en grande ayudando en sus planes a Conejito, aunque tema un poco por su autoestima cuando le veo de reojo ahí en la otra acera haciendo como que no mira y ataviado con disfraces ridículos que lejos de hacerle pasar desapercibido causan inquietud en su entorno inmediato...
...por lo demás, me ha sido extremadamente fácil hacerme amiga de Julia, la-mujer-del-tipo-que-se-folla-a-Conejito, porque lejos de componer gesto de ansiedad o angustia cuando me ve llegar vestida elegante en mi plan "millonaria-de-vuelta-de-todo" ( es que sé a ciencia cierta que HAY gente que cuando me ve llegar trajeada experimenta deseos de salir huyendo ), ella se sonríe con diría yo auténtico placer y canturrea "estás increíble, Helga".
Y siento que lo dice desde adentro, ¿eh?
Se lo he puesto lo bastante dificil como para tener que extender nuestra relación comercial durante una buena temporada ( un ático con jacuzzi en este pueblucho es puta ciencia-ficciòn ), y entre tanto, me voy infiltrando en su vida y sin darse ella cuenta ya me está contando cosas de su vida personal, casi sin preguntar.
"Estoy tan enamorada, Helga" me dice con una mirada ovejuna que dan ganas de achucharla "puedo tener un día tan malo como puedas imaginar, pero cuando llega él y me sonríe, todo se me olvida...¿qué me dices? ¿qué te parece?"
"Estomagante", pienso para mi misma pero en su lugar intento sonar bondadosa y susurro:
"Intenso, joder,muy intenso".
Y ella rie encantada como si creyese que la entiendo a la perfección, cuando en realidad de lo que tengo ganas es de presentarle a Conejito, que está ahí haciendo el jilipollas en la otra acera con sus barbas postizas y sus gafas de concha, y que intercambien experiencias...
...pero vaya, la última vez ocurrió que se presentó por sorpresa su marido, el tio-que-se-folla-a-Conejito y que hace olvidar a Julia los días chungos con solo enseñarle los dientes.
"Un poco magro para mi gusto" he pensado de primeras al verle; sin embargo después me ha sonreido así, encantadoramente despeinado y con ESA sonrisa de la que Julia habla, me ha estrechado la mano de una forma que resulta vigorosa hasta para mi y cuando ha dicho "es un placer, yo soy Daniel"....
...¡cielos!...
...he sentido una contracción vaginal como hacía décadas que no sentía, creo que la última vez que mi chocho se comportó de esta forma fue cuando el díscolo Hans me arrastró al pajar ataviado unicamente con un mono azul y un rastrillo que llevó no sé si para mantenerme a raya, y hemos de tener en cuenta que por aquel entonces yo apenas tendría dieciseis primaveras...
Tragué saliva, sonreí a Daniel, sonreí a Julia y me dije:
"Helga, tenemos un problema"
¿Me habré enamorado del tio que pone a cuatro patas a mi Conejito?...

miércoles, 8 de junio de 2011

I WANT YOU 8

 

Helga está consiguendo poco a poco infiltrarse en territorio enemigo, tanto es así que hoy al verla llegar Julia ha dejado al cargo del negocio a una gafitas con cara de sosa y se ha ido con mi amiga a la cafetería de enfrente, a tomar el almuerzo. Eso me ha hecho cambiar de posición y espio el panorama desde la misma acera de la agencia inmobiliaria, hoy con gorra de visera, gafas de sol y camisa hawaiana.
Los muchos días sin emociones me hacen andar con la guardia baja y cuando le veo a ÉL bajarse de una monovolumen y entrar sonriendo a la agencia, casi pierdo la compostura y me pongo a gritar allí mismo. Solo lleva unos vaqueros y una camisa blanca, pero está tan guapo como si se hubiese preparado para un desfile de alta costura. A la gafitas de ahí dentro se le afloja sin duda algo en la entrepierna al verle porque empieza a culear y reir atolondradamente como una chucha en celo, y yo me doy la vuelta para mirar al tendido, sudando frío e intentando decidir un plan sobre la marcha.
En cuanto completo el giro de 180 grados, me doy de frente con Tommy, el jilipollas de la tienda de ropa intima masculina con su pinta de surfer de secano, que me sonrie sujetando ante sí un termo y una taza de plástico humeante.
- Que tal, agente. No se preocupe, no voy a interferir en su trabajo, pero he creido que le vendría bien un cafetito para mantenerse alerta durante la espera.
Voy a mandarle a la mierda pero en un vistazo rápido me doy cuenta de que ÉL ha reparado en mi tras la cristalera y frunce el ceño como si estuviese a punto de reconocerme. Entonces fuerzo una sonrisa para el surfista-pijo, le agarro por las caderas y empiezo a besarle como si no hubiese esperado otra cosa desde la última vez que nos vimos. "Vamos p'adentro, que te vas a enterar, bollito" le susurro en la oreja y le meto a empellones en su tiendecita repleta de calzoncillos psicodélicos.
"Ahh, agente, ahhh" me jadea pero yo apenas traspasamos el umbral le suelto y me acurruco tras el escaparate, para verle a ÉL cruzar la calle y reunirse con Julia y Helga en el local de enfrente. Tras resoplar entre aliviado y frustrado, me vuelvo a Tommy que aferrado al mostrador me contempla como una colegiala a punto de ser violada por un mercenario.
-¿Me va a doler? -murmura creo yo que esperanzado-.
-No va a dolerte nada. Ha sido una maniobra de distracción, lo siento. Eeeeeh...el cuerpo de Policía y el Gobierno te agradecen tu colaboración, ¿vale?
-Ah, vale...entonces no va usted a...ya sabe...
Contemplo a Tommy como si no diese crédito a tanta depravación y salgo furtivamente de la tienda, esperando que Helga me de un parte detallado de todo lo ocurrido allí delante en cuanto volvamos a encontrarnos.
"¡Hasta la vista, agente!"cacarea Tommy con vocecilla de falsete, pero yo ya estoy cerrando la puerta detrás mío y no me molesto en responder.

martes, 7 de junio de 2011

I WANT YOU 7

Helga se ha hecho con el dispositivo transmisor de sonido de una amiga, una especie de pequeños walkie-talkies que se utilizan para que los papás puedan oir si sus niños lloran en el cuarto contiguo. El artilugio tiene un corto alcance lo cual  me ha obligado a buscarme un disfraz para que nuestra víctima no me reconozca como el tipo que salio por la ventana de su retrete dejando el fondillo de sus pantalones de recuerdo: sombrero, gafas de sol redondas, barba postiza y una gabardina gris que espero resulte anodina. Cuando Helga me ve por primera vez frunce el bigote y no dice nada.
- Que pasa, no te resulto convincente.
- Oh, mucho. Si te encontrase en una acera solitaria te rociaría con mi spray anti-violadores y avisaría a la policía.
A pesar de todo ahí estoy plantado en la acera de enfrente, haciendo como que miro para otro lado pero con los ojos puestos en la cristalera de la agencia dentro de la cual Helga, enfundada en un uniforme rosa palo de girl-scout con pantalones cortos al uso, mantiene en estado de absoluta a estupefacción a nuestra víctima.
"Ha-ha-ha. Explíqueme, palomita, como es eso de que en una ciudad del primer mundo como está no es posible encontrar un ático de seis y salón con jacuzzi en la terraza."
"Voy a hacer todo lo que pueda por encontrar algo que se aproxime lo más posible a lo que está usted buscando" dice la chica intentando sonar voluntariosa.
"¡Estoy segura, estoy segura!...digame, ¿como se llama?"
"Oh, soy Julia, encantada"
"Yo soy Helga. Un placer, creo que vamos a ser unas ESTUPENDAS amigas" dice mi paquete bomba humano y casi veo contraerse a la chica desde mi posición, sin duda un poco intimidada por la oleada afectiva que Helga descarga sobre la gente tal cual como si derramara sobre sus cabezas un caldero de sopa de pollo caliente. "Una joven tan guapa tiene que estar sin duda casada, ¿no es así?"
"Ajá. Pero vaya, no se si viene al caso el que..."
"CLARO QUE VIENE AL CASO, palomita, claro que sí. Voy a gastar toneladas de pasta y parte va a quedarse en su comisión, creo que eso tiene que darnos pie a cierta confianza. ¿no cree? ¡Ha-ha-ha!...no me tome en serio, criatura, solo es que me gusta saber un poco de la gente con la que negocio, ¿la resulto violenta?"
Escucho a Julia emitir un resoplido que no puedo descifrar justo antes de que alguien me pegue un empellón tirándome al suelo. Cuando me recupero de la sorpresa veo frente a mi a un joven anormalmente bronceado para la epoca del año en que estamos embutido en una camisa de manga muy corta para lucir biceps y unos vaqueros destinados a marcar paquete y trasero, jadeando con un teléfono en una mano y unos ojos azules temblorosos de los que hacen pensar que su propietario va a echarse a llorar de un momento a otro. A mi se me ha caido la barba en la caida y no me veo en posición de decir nada inteligente.
- ¡E-e-escuche! -grita presa del pánico- ¡le llevo viendo varios días por ahi pu-pu-pululando y mirando a-a-a mi tienda y le-le-le aviso qu-qu-qu-qu-qu-qu-qu...
Solo entonces reparo que junto a la inmobiliaria de Julia hay una tienda de ropa interior masculina con el estúpido nombre de "Tommy's Secrets", y sin duda este ha confundido el objeto de mi interés al verme ahí plantado todo el día. Una señora mayor con un carro de la compra y gafas de sol de concha me contempla con un gesto de repungnancia y gruñe:
-¿Es un exhibicionista? Estos pervertidos, deberían rociarlos de gasolina y prenderlos fuego mientras las personas decentes bailamos alrededor, ¿no cree?
El joven la mira con precaución y ella enarca las cejas como esperando que rebatan su argumento.
- No te preocupes,- atino a decir yo por fin- no tiene nada que ver contigo. No pienso atracar tu tienda ni ninguna mierda por el estilo, ¿vale? Así que tranquilo. Y no andes dando empellones a la gente sin saber de qué van porque un día te vas a encontrar con lo que no quieres, chaval.
El tio se pone colorado, tiende una mano para ayudar a levantarme del suelo y balbucea:
- L-l-l-lo siento, de verdad, es que te llevo viendo ahí varios días y no sé, me diste un mal rollo increíble, pero ahora sin la barba tienes una pinta más normal, más...mejor...
Creo advertir que se pone aún mas colorado, y la señora también lo advierte porque chilla "¡Cielos, sodomitas!" y abandona el lugar al galope. El tio no parece oir el comentario porque tira de su ceñida camisa hacia abajo, muestra unos dientes blancos perfectos y dice:
- Yo soy Tommy.
- Pues estupendo, TOMMY -gruño recogiendo el walkie-talkie del suelo con evidentes señales de no ir a funcionar tras su impacto contra la calzada- Me has jodido el aparato, ¿ahora qué vamos a hacer?
- ¿Es para hacer escuchas? -pregunta emocionado el tio, y luego en voz baja- ¿e-e-e-eres de la Secreta?
...veo que allí dentro Helga y Julia se vuelven a mirar que es lo que ocurre en la otra acera, así que tengo que mascullar un breve "veteatomarpolculo" y salgo a paso ligero, esperando que solamente el capullo de Tommy haya reparado en mi presencia...
...no sé ni lo que estoy haciendo ni lo que pretendo conseguir con ello, pero desde luego esto no se aproxima en nada a lo que tenía medianamente imaginado...

jueves, 2 de junio de 2011

I WANT YOU 6


en su ausencia, solo con cerrar los ojos, las imágenes de los instantes compartidos pasan sin cesar bajo mis párpados como una película que no puedo ni quiero detener
el modo de golpear suave y rápidamente mi puerta y su sonrisa resplandeciente al abrir, esa que me hacía pensar que entre los dos había algo más que una buena manera de follar;
la mano que acaricia mi mejilla antes de besarme rápido en los labios, esa mano que me hacía pensar que entre los dos había algo más que una hermosa manera de follar
los brazos en torno a mi casi haciéndome bailar mientras se ríe en mi oido, esos brazos que me hacían pensar que entre los dos había algo más que un exquisito modo de follar
la urgencia con que tira de mis pantalones hacia el suelo para meterse mi polla en la boca, esa urgencia que me hacía pensar que entre los dos había algo más que una excitante forma de follar
sus labios comiéndose los míos, desfallecidos, esos labios que me hicieron pensar que entre los dos había algo más que una tierna forma de follar
sus dedos revolviendo mi pelo y preguntándome qué quiero hacer, con esa mirada inflamada de algo que creía que era amor, algo que me hacía pensar que entre los dos hacíamos algo más que simplemente follar
¿como pude confundir tanto las señales? ¿como pueden unos ojos, y una piel, y un corazón estar tan equivocados?...

viernes, 20 de mayo de 2011

I WANT YOU 5

aprovecho ese momento en que queda exhausto mostrando su hermoso perfil a mi lado. los ojos entrecerrados puestos en algo más allá del techo de este cuarto, los labios ligeramente entreabiertos y la piel brillante por una fina película de sudor que tiene el aroma del amor que siento por él. Ese momento con la amarilla luz de la tarde derramándose sobre nosotros como una amante no invitada, ese instante de silencio entre los dos antes de que por fin se levante y se marche.
"y dime, cuando me dejas aquí, a donde vas?
intento sonar casual pero se vuelve a mirarme, el ceño un poco fruncido y una ligera sonrisa que trata de disimular su desconcierto.
"qué es lo que quieres saber"
ha sonado tenso y no sé bien como seguir
"nada, nada en concreto. es que he pensado que alguna vez estaría bien salir y tomar algo antes o después de venir aquí"
esperaba verle sonreir ante mi ligera muestra de romanticismo pero no, veo cruzar una nube por su rostro como si ahí fuera de verdad se hubiese ocultado el sol por un segundo.
"si, estaría bien" murmura pero salta de la cama como si yo hubiese accionado un muelle y empieza a vestirse a toda velocidad.
lo he entendido, él no quiere nada más de lo que ocurre entre estas cuatro paredes, no le interesa quien soy ni que hago, en qué ocupo mi tiempo ni qué es lo que siento, ha pensado hasta ahora que el nuestro era un tácito acuerdo de bien entendida y despreocupada lujuria y de repente ve su plan perfecto amenazado.
Y emprende la huida.
no me muevo de la cama mientras se embute en su perfecto traje oscuro y me hace un gesto de despedida en la puerta, le dejo ir sintiendo en mi interior un remolino de sentimientos encontrados y ninguno tiene que ver con el amor: hay ira, hay rabia, hay frustración, hay orgullo herido y, porqué no, ganas de hacer daño.
a pesar de todo, esbozo una sonrisa
porque luego seguro que me sentiré mezquino y rastrero pero ahora, de momento, me da gusto ser malo.
...cuando me doy la vuelta y duermo un poco, sueño con mujeres enormes como dirigibles de color rosa que flotan tras de él cargadas de explosivos, listas para dinamitar su vida...

martes, 17 de mayo de 2011

INTERLUDIO ( 1 )

Me llamo Helga.
Soy enfermera y podría decir que mi profesión es mi vida. Me encanta lo que hago y a menudo, me excedo en mis cometidos como me dicen con frecuencia mis propias compañeras, pero podríamos decir que lo natural en mi es el EXCESO.
Soy excesiva así con  mayúsculas, y podriamos decir también que el exceso es mi vida. Soy EXcesivamente grande, EXcesivamente avasalladora, EXcesivamente protectora. Quizás lo único que no soy es excesivamente sexy pero creánme, hay tipos para todo.
Una de las consecuencias de mis excesos es la de vincularme -en exceso, como no- con las situaciones personales de la gente que me rodea, en ocasiones son pacientes, en ocasiones son personas cercanas a mi como el caso que nos ocupa. Yo no figuraría aquí sino fuese por mi relación con Conejito ( llamémosle así para evitar que pierda aún más dignidad y autoestima de la que ya desparrama por las calles con cada zancada que da). Conejito es un varón blanco relativamente agraciado ( podría entrar aquí a analizar mi perspectiva del género masculino y el sentido de lo que mis hormonas consideran sexualmente apetecible pero no es el caso ), vive en el apartamento de enfrente y merece el apelativo de "conejito" porque es tonto, blando, indefenso y con constante predisposición a ser atropellado por un trailer de dieciseis ruedas mientras atraviesa la calzada con cara de bobo...ha-ha-ha, podrían pensar que menosprecio a Conejito y su intelecto pero nada más lejos de la realidad, le aprecio en lo que vale y por eso es por lo que no quiero que vaya haciendo el CONEJO* (ver pie de página) por la vida.
Conejito ha llegado hoy con un pantalón rasgado enseñando las vergüenzas y proponiéndome un plan descabellado: quiere de alguna manera inmiscuirse en la vida del hombre con el que se está acostando y la idea es que YO, Helga, me haga pasar por la compradora de un apartamento ante la mujer del individuo, que nos hagamos amigas y él...¿qué es lo que él pretende conseguir con eso?...¿que la sonsaque algún tipo de información?...No lo sé.
Evidentemente, me he negado.
Pero ante la perspectiva de que vuelva -con sus únicos pantalones buenos remendados- a explicar a la mujer del tipo el porqué saltó por la ventana del WC para continuar con su impulso descabellado, me he visto en la obligación de ceder.
El instinto protector, ya saben.
Además tengo una pamela rosa gigante fantástica, una gafas de sol y unos zapatos de plataforma con purpurina todo conjuntado que van a hacerme parecer la millonaria desenvuelta y descreída que quiero aparentar , hahaha.
O eso espero.

*CONEJO: individuo torpe e inexperto que la va cagando por ahí por donde va