Una historia perversa de amor dosificada en microalientos

martes, 14 de junio de 2011

INTERLUDIO (II): MY NAME IS HELGA


Que le vamos a hacer.
Como era de esperar, me lo estoy pasando en grande ayudando en sus planes a Conejito, aunque tema un poco por su autoestima cuando le veo de reojo ahí en la otra acera haciendo como que no mira y ataviado con disfraces ridículos que lejos de hacerle pasar desapercibido causan inquietud en su entorno inmediato...
...por lo demás, me ha sido extremadamente fácil hacerme amiga de Julia, la-mujer-del-tipo-que-se-folla-a-Conejito, porque lejos de componer gesto de ansiedad o angustia cuando me ve llegar vestida elegante en mi plan "millonaria-de-vuelta-de-todo" ( es que sé a ciencia cierta que HAY gente que cuando me ve llegar trajeada experimenta deseos de salir huyendo ), ella se sonríe con diría yo auténtico placer y canturrea "estás increíble, Helga".
Y siento que lo dice desde adentro, ¿eh?
Se lo he puesto lo bastante dificil como para tener que extender nuestra relación comercial durante una buena temporada ( un ático con jacuzzi en este pueblucho es puta ciencia-ficciòn ), y entre tanto, me voy infiltrando en su vida y sin darse ella cuenta ya me está contando cosas de su vida personal, casi sin preguntar.
"Estoy tan enamorada, Helga" me dice con una mirada ovejuna que dan ganas de achucharla "puedo tener un día tan malo como puedas imaginar, pero cuando llega él y me sonríe, todo se me olvida...¿qué me dices? ¿qué te parece?"
"Estomagante", pienso para mi misma pero en su lugar intento sonar bondadosa y susurro:
"Intenso, joder,muy intenso".
Y ella rie encantada como si creyese que la entiendo a la perfección, cuando en realidad de lo que tengo ganas es de presentarle a Conejito, que está ahí haciendo el jilipollas en la otra acera con sus barbas postizas y sus gafas de concha, y que intercambien experiencias...
...pero vaya, la última vez ocurrió que se presentó por sorpresa su marido, el tio-que-se-folla-a-Conejito y que hace olvidar a Julia los días chungos con solo enseñarle los dientes.
"Un poco magro para mi gusto" he pensado de primeras al verle; sin embargo después me ha sonreido así, encantadoramente despeinado y con ESA sonrisa de la que Julia habla, me ha estrechado la mano de una forma que resulta vigorosa hasta para mi y cuando ha dicho "es un placer, yo soy Daniel"....
...¡cielos!...
...he sentido una contracción vaginal como hacía décadas que no sentía, creo que la última vez que mi chocho se comportó de esta forma fue cuando el díscolo Hans me arrastró al pajar ataviado unicamente con un mono azul y un rastrillo que llevó no sé si para mantenerme a raya, y hemos de tener en cuenta que por aquel entonces yo apenas tendría dieciseis primaveras...
Tragué saliva, sonreí a Daniel, sonreí a Julia y me dije:
"Helga, tenemos un problema"
¿Me habré enamorado del tio que pone a cuatro patas a mi Conejito?...

2 comentarios:

  1. Lo que faltaba, otra contendiente más, y además la rotunda Helga. Pobre conejito y pobre Daniel como "la masa Helga" decida ir a por todas. Veremos.

    Y este párrafo me ha dejado desarmado por la risa:
    "...he sentido una contracción vaginal como hacía décadas que no sentía, creo que la última vez que mi chocho se comportó de esta forma fue cuando el díscolo Hans me arrastró al pajar ataviado unicamente con un mono azul y un rastrillo que llevó no sé si para mantenerme a raya, y hemos de tener en cuenta que por aquel entonces yo apenas tendría dieciseis primaveras..."

    Un Beso

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  2. jajaja

    Me encanta sacarte una sonrisa.

    Un beso, guapo.

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